La Cosa I
Para mi estos zapatos representan justamente estos dos sentimientos, el amor por el deporte y también el odio que llegué a agarrarle en su momento el estar dentro de ese mundo.
Si bien es satisfactorio y recomendable hacer ejercicio por salud, la cosa cambia cuando tienes que competir e intentar vivir de ello dentro de un deporte. De repente todo se convierte en unos juegos del hambre, y la diversión pasa a segundo plano. Todos quieren sobresalir, si te descuidas te pasan por encima y muchos están dispuestos a hacer hasta lo imposible por lograr entrar en el profesionalismo, principalmente porque es su única opción para poder salir adelante (es lo que tiene vivir en Latinoamérica), sin embargo, muy pero muy pocos lo logran.
En el caso del fútbol es duro ver que a una prueba llegan 100, entran a lo mucho 10 que se suman a los 20 dentro del equipo, para completar mas o menos 30, estos 30 aunque puedan ser amigos (los hay pero que todo el mundo se lleve bien es muy difícil) son también rivales, esto muchas veces crea enemistades, actitudes que poco tienen de ético y emociones variadas que pueden causar conflictos fuera del deporte. Te puede pasar entonces que sin darte cuenta termines cayendo tu también en algún momento aunque no sea tu intensión, esto sumado a la presión de saber que si haces algo mal puedes tirar a la basura meses de trabajo o te pueden sacar en cualquier momento genera mucha ansiedad.
Bueno, quizá me estoy pasando un poco, y simplemente estoy contando como yo lo viví. O quizás no, conozco mucha gente que la ha pasado mil veces peor que yo, que no tenía para comer pero aún iba a entrenar, o que no tenían para el pasaje y les tocaba ingeniárselas para llegar de una u otra manera, lo curioso es que los que estaban en esta situación eran los que más gozaban jugando.
Reconozco que también te enseña cosas buenas: disciplina, entrega, sacrificio, constancia, responsabilidad; pero todo esto lucha constantemente con todo lo comentado anteriormente.
Siguiendo donde lo dejé, de estos 30, al partido del fin de semana llegan 18, terminan jugando a penas 11 o 15, y de estos últimos solo los 2 o 3 que sobresalen, llegan. Si, de 120, solo 3 o 4.
Hoy en día estos zapatos se encuentran en un rincón, desgastados, sucios y escondidos, muestra de las horas de esfuerzo, los miles de kilómetros corridos, el sudor derramado, entre muchas otras cosas; que me traen felicidad y me enorgullecen, pero también me traen tristeza.
Están en un rincón, esperando a ser utilizados de nuevo quizá en un futuro, si encuentro las fuerzas para intentarlo otra vez.
Hola Jhon como estas? Me pareció muy emotivo tu relato de tus zapatos de futbol. Me parece que hay ahí un objeto realmente poderoso por lo que relatas. Tambien es cierto que las cosas que se hacen por amor o simplemente diversión y placer cuando se transforman en trabajo todo aquel encanto que tenian pasan a otro plano. Te lo digo tambien por mi experiencia con la fotografía. Son esos dilemas que nos encontramos muchas veces en la vida y que para resolver vamos a tener que escuchar mas lo que nos diga nuestro corazón que nuestro cerebro. En lo que hace a la foto que subiste me parece una muy buena imagen. Tiene color y un buen clima luminico de luz natural. Me gusta ese piso medio desenfocado y algo sucio. Poder ver la parte de abajo de un mueble que nadie ve como si uno fuera parte de ese plano a nivel del piso donde habitan zocalos y suelas como pares. Me gustaría que sigas investigando por aquí sabiendo que las coordenadas que encontraste en esta foto ( que son las que te vengo describiendo) son las correctas. Buen relato, buena foto y buen finde!
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